Autor: Mi Sanación
Padres/Madres Con Niños Psíquicos

Producto de diferentes consultas que he recibido, posterior a mi participación en la charla de padres/madres con niños psíquicos realizada en la 7° versión de la expo conexión espiritual, he desarrollado este artículo que espero sea de ayuda para el lector.
Existe variada información en internet referente a niños psíquicos, clasificándolos e indicando algunas características propias de su personalidad, muchos de ellas basadas en teorías y experiencias que alguien vivió en algún momento de su infancia, la cual complementare y/o modificare basado en mis vivencias.
Desde mi experiencia como niño psíquico y padre de niña psíquica, plasmare información que puede servir de guía para quienes se encuentran en búsqueda de información, por situaciones que les ha tocado vivir con sus hijos(as) o incluso con ustedes mismos, sin explicación aparente.
Comienzo comentando, ¿Qué son los niños con psíquicos?; son niños con capacidades extrasensoriales, las cuales se pueden manifestar desde temprana edad, incluso desde el momento de la gestación. Durante esta etapa de embarazo, la madre podría tener experiencias fuera de lo “común”, como sueños premonitorios, desarrollar mayor empatía con las emociones que fluyen en su entorno y una conexión especial con el mundo espiritual, entre muchas otras cosas. A temprana edad los niños psíquicos de forma innata, manifiestan capacidades sobrenaturales, como la telekinesis, la clarividencia o la capacidad de sanar, entre otras. Las primeras acciones que como padres nos podemos dar cuenta, es su empatía con lo que otras personas sienten, teniendo ataques de llanto o rechazo hacia personas o lugares. Muchas veces los padres bajo el desconocimiento de lo que sus hijos(as) están sintiendo, piensan que es un berrinche y obligan a sus hijos a saludar a personas “buenas”, cuando en realidad sus hijos(as) no sienten afinidad para lograr un acercamiento.
Durante la historia se ha conocido de forma más amplia dos tipos de niños psíquicos;
- Niños Índigo; de personalidad fuerte a temprana edad (con autoridad excesiva pueden pasar al extremo opuesto), les cuesta aceptar la autoridad, necesitan sentirse escuchados, no pueden controlar hablar. Suelen expresarse de forma tan visceral que a veces parecen violentos y crueles.
- Niños Cristal: Son muy sensibles, discretos, sumisos, positivos, serenos y en general les gusta pasar tiempo solo. Evitan la confrontación y el conflicto. Puede afectarles los productos químicos y tóxicos presentes en la comida y en el ambiente.
Bajo mi experiencia, la categorización no logra ser tan precisa, puesto que encapsula capacidades y características propias a un tipo de niño(a), cuando también puedes encontrar aquellos que son un mix de ambos. Siento que cada niño(a) tiene su peculiaridad.
Ahora, ¿De qué forma podemos ver que mi hijo(a) es psíquico?; Hay muchas características que se manifiestan, algunos poseen todas y otros solo algunas, lo cual no implica que uno sea mejor que el otro, sino que su nivel de desarrollo está aún en proceso. Como ejemplos puedo citar el hecho de que conteste antes de que se les formule una pregunta, sabe de antemano quién está llamando por teléfono o quién va a visitarles, tienen contacto con entes de otras dimensiones, incluidos los difuntos; siente a distancia y se molesta cuando otra persona toca sus cosas (algunos llegan incluso a alterarse demasiado por eso), puede tener contactos telepáticos con sus iguales o familiares, hablar con animales y plantas, sienten lo que sucede en su entorno, tomando actitudes reactivas o retraídas dependiendo de la emoción que están canalizando. Algunos incluso poseen capacidades sanadoras, especialmente en los desequilibrios emocionales de sus padres y otros adultos, entre otras diversas capacidades. Por lo general, son hiperactivos y con algún grado de “déficit” atencional.
En mi experiencia no fue fácil, en una familia con creencias religiosas que veían lo que me sucedía como algo extraño, casi como una posesión demoníaca, lo que llevo a que en varias ocasiones me llevaran a bendecir a iglesias, pensando que esto era una etapa transitoria.
Desde pequeño vi luces en la gente (aura) y podía sentir lo que otros sentían, lo cual me ocasionó rechazo frente a personas o lugares que no me generaban una “sensación feliz”. Aún recuerdo cuando les hablaba esto a mis padres y me miraban con cara sospechosa, y créanme que cuando niño hablaba mucho, mi nivel de hiperactividad era tal, que necesitaba mantenerme bastante ocupado para lograr una buena concentración. Con el tiempo y ya cansado que me vieran extraño, tome la decisión de dejar de comentar a mi entorno lo que me sucedía. Durante mucho tiempo ignoré contactos con familiares fallecidos que se acercaban a hablar conmigo y otros seres que se acercaban a molestar, asustándome en las noches e incluso empujándome y escondiendo mis cosas. Durante mucho tiempo viví en el miedo, sin saber por qué estas cosas me sucedían a mí, pensé incluso que era algún castigo. En pocas ocasiones les comentaba a mis padres sueños premonitorios, solo cuando sentía que era necesario que supieran lo que sucedería o estaba pasando con algún familiar cercano.
En mi adolescencia en búsqueda de entender lo que pasaba, leí todo aquello que pensaba que podría ayudarme a entender, como gemoterapia, quiromancia, lectura de aura, runas, terapias con hierbas, hechicería, incluso libros de Hare Krishna. En esta misma etapa, surgían aún más dudas, como el hecho que tomara la mano de las personas y pudiera ver su pasado, presente y futuro. Recuerdo en una oportunidad en el colegio, que vi a una amiga hacer lectura de naipe español. Tome las cartas y fue como que ellas me hablaran, relataba cosas que ni yo sabía de dónde venían. Particularmente esto me genero varios conflictos familiares, pero en esa etapa de mi vida poco me importaba, necesitaba entender lo que me pasaba y todo lo que sentía que me ayudaba, servía.
Cuando salí del colegio, comencé buscar cursos para seguir entendiendo. En esta etapa conocí mucha gente que le sucedía lo mismo que yo, lo que me generó un alivio enorme. Estudié muchas terapias, sanación luz dorada, reiki usui, magnified healing, thetahealing® y otras. Con el tiempo conocí a mi esposa, que en un comienzo no entendía lo que me sucedía, pero término viendo esto como normal. Tempo después vino a este mundo mi hija, quien ha manifestado las mismas características que yo viví en mi infancia.
Luego de todo esto, surge la pregunta ¿Cómo ayudar a los niños(as) psíquicos?; es simple, más de lo que parece. Esencialmente escuchándolos sin juzgar, con bastante comunicación y argumentos se puede llegar a una sana convivencia. Creyendo en lo que dicen, ya que la mayoría de las cosas que nos pasa no las entendemos del todo y necesitamos saber que alguien nos apoya y contiene emocionalmente. Explicar que recibir información sensorial es posible y aceptable, esto es extremadamente liberador, ya que nos hace sentir normales y aceptados como personas. Finalmente todos necesitamos sentirnos parte del clan.
Espero te haya gustado este articulo y extraigas toda la información que sea relevante en tu proceso.
Que tengas un gran día!!.
Luis Luengo F.
“Quiero Algo Estable”

Muchas veces he escuchado a las personas decir “quiero un trabajo estable”, “busco una relación estable”, “Estudiaré esa carrera porque me dará un futuro más estable”, “Espero que mi economía sea más estable”… pero ¿Qué es la estabilidad y por qué es tan anhelada?
En definición literal, estabilidad es la cualidad de estable (que mantiene el equilibrio, no cambia o permanece en el mismo lugar durante mucho tiempo). El término procede del latín stabilĭtas.
El ser humano desde sus inicios necesita seguridad, es más, en sus instintos básicos esta la capacidad de supervivencia, por ende, busca todas las alternativas posibles de mantenerse seguro de todo “depredador” o peligro que termine por exterminarlo.
La vida actual, donde la sociedad cada vez está más desconectada de su esencia, de sus instintos, de su capacidad de relacionarse persona a persona, de dar abrazos, de acariciar, ha hecho que esta capacidad de supervivencia, nos forme la ilusión que las cosas deben estar lo más “estables” posibles, de manera tal, que podamos sustentar todas las necesidades creadas por el medio, asimiladas como nuestras.
La necesidad de estabilidad es lo que nos genera como seres humanos la sensación de seguridad, de que todo está bien, que todo está estático, sin perturbaciones.
Si vamos a los recuerdos, los mayores aprendizajes fueron frente a situaciones o momentos de la vida de poca estabilidad, donde por una u otra razón habían cuestionamientos internos, cuando pensamos que todo iba muy mal…son esos momentos los que nos enseñan a ver la vida de una manera diferente, a re-inventarnos, a darnos la oportunidad de entender que hay cosas fundamentales y esenciales, que van mucho más allá del “poseer”, que nos muestran lo frágil que es la vida y lo mucho que aún nos queda por aprender.
La estabilidad poco nos aporta, más bien nos resta la posibilidad de crecer, de aprender, de despertar de esta ilusión del “deber ser”. En la medida que permanecemos en espacios o momentos “estables”, nos relajamos, caemos en nuestra zona de confort, dejando de buscar, de crecer, de vivir nuevas experiencias.
Muchas veces como padres/madres, intentamos que la vida de nuestros hijos(as) sea lo más “estable” posible, restándoles la posibilidad de aprender, de crecer emocionalmente, de aumentar su fortaleza y resiliencia, lo que conllevará en que serán adolescentes o adultos frágiles.
La estabilidad no existe, es el nombre que le hemos dado al deseo de permanencia de aquello que nos da seguridad, por eso “queremos un trabajo estable”, sin pensar que en cualquier momento pueden prescindir de nosotros, “buscamos un relación de pareja estable”, sin darnos cuenta que primero debemos amarnos a nosotros mismos y que por efecto consecuencia, esa vibración, atraerá a una pareja para compartir, no para poseer, “queremos estabilidad emocional”, quedando alejados de vivir experiencias de emociones intensas, de probar nuestros propios límites, de conocer nuestra esencia.
No intentes que todo sea tan estable, más bien vive, disfruta a tus cercanos, experimenta cosas nuevas, porque en algún momento la oportunidad de vivir esta encarnación humana acabará y solo te llevaras las experiencias y aprendizajes adquiridos hasta la próxima vida.
No digo que la estabilidad sea mala, sino más bien, no te quedes en esa zona por mucho tiempo….no dejes de vivir, te intentar, de fracasar y volver a levantarte.
Trabaja en tus emociones, en tus habilidades, proyecta una vida feliz, que cada nuevo día, sea una oportunidad para vivir nuevas experiencias.
Vive como si hoy fuese tu último día, no dejando de expresar amor a tus cercanos.
Un abrazo de luz!!
Luis Luengo F.
Mi vínculo con el Amor

Todas las personas tenemos creencias y programaciones a nivel subconsciente sobre las cuales basamos nuestra existencia, nuestra forma de actuar, la manera que percibimos el mundo, incluso sobre aquellas cosas que podemos o no conseguir. Existen creencias que a mi parecer, son fundamentales para una sana convivencia, para sentirnos aceptados, protegidos en el mundo, seguros del camino que vamos y confiados que todo se da en perfecta armonía con el universo. En este último tiempo he tenido pacientes que carecen de estas creencias, sintiéndose limitados en su vida o con la clara sensación de injusticia frente a lo que se les presenta, con un vacío en lo más profundo de su ser. Por ello, decidí escribir esta nota, como ayuda a aquellos que hasta el momento tienen esa percepción.
Las creencias que hago mención son:
1° creencia, “Me amo a mí mismo”
Muchas personas han llegado a la consulta sin esta creencia a nivel subconsciente. Ahora, si vemos profundamente, ¿Cómo alguien nos va a amar, si no somos capaces de amarnos a nosotros mismos? Parece algo tan básico, pero que tiene un trasfondo importantísimo. El amor hacia uno mismo nos da seguridad, nos da la habilidad de diferenciar cuando algo nos hace bien o nos perjudica, la capacidad de tomar decisiones con pleno conocimiento que es lo que nos permite crecer en la vida, la posibilidad de amar a otros sabiendo que en ausencia de este, podemos seguir viviendo igual de felices, completos y plenos.
2° creencia, “Mi familia me ama”
Todos necesitamos ser parte de un grupo, incluso en nuestros ancestros más primitivos, la necesidad de formar un clan, una comunidad o un grupo de soporte era fundamental. ¿Por qué para nosotros ha dejado de tener la misma importancia? Muchas familias no se hablar, se agreden verbal y físicamente, viven en el individualismo, perdiendo los afectos que tan bien nos hacen. Si me siento rechazado por mi familia, claramente me sentiré rechazado a nivel social, pensaré que todos me quieren dañar, que nadie se acerca a mí con buena intensión, porque no conozco el amor de una familia. Cuando digo esto en consulta, algunos me miran y dicen; yo no me hablo con mi familia, pero igual vivo bien. Cuando comenzamos a profundizar sobre los efectos que esto tiene, se encuentran que dentro de esa “buena vida”, no logran establecer lazos de amistad verdaderos, sus relaciones de pareja son conflictivas, la relación con sus hijos tiene trazos de desapego y muchas cosas más. Entonces, el sentir amor por parte de mi familia, y más trascendental aun, sentir el amor de mis ancestros, es uno de los pilares que sostiene nuestra existencia.
3° creencia “El creador/Dios me ama”
Esto no tiene que ver con religión, tiene relación con nuestro vinculo más primitivo con lo divino y espiritual, el sentir el amor incondicional del creador. En una cultura de lo condicional, de dar cuando a mí me dan, es difícil pensar que existe un amor tan puro e incondicional que no requiere lógica. El amor del creador es completamente desinteresado, es amor incondicional en su máxima expresión, quien siempre te entrega lo que pides. Muchas veces nuestro error está en la petición, en la falta de especificidad. El carecer de la creencia “El creador/Dios me ama” nos hace sentir fuera de este planeta, fuera de esta encarnación, desencajado en tiempo y espacio, abandonado y solo en cada paso que damos.
Ahora, ¿Cómo saber si tengo estas tres creencias en mí? Existen diferentes métodos de testeo, pero para efectos prácticos enseñare el siguiente:
Colócate de pie, cierra los ojos, respira profundamente. Di en voz alta “SI”, y observa hacia qué lado se inclina tu cuerpo. Luego di “NO”, y nuevamente observa. Cuando digas “SI” tu cuerpo debiese inclinarse hacia adelante, en cambio cuando digas “NO” debiese inclinarse hacia atrás. Así de sencillo. Ahora pregunta ¿Mi nombre es (di tu nombre)? Y tu cuerpo se inclinara hacia adelante. Si preguntas por un nombre distinto al tuyo el cuerpo se inclinara hacia atrás. Si el cuerpo se va hacia ambas partes, o se va hacia el lado contrario, tienes un tema que trabajar con las polaridades, o bien, tu subconsciente no sabe diferenciar el “SI” y el “NO”, lo que es más común de lo que piensas. En este caso, necesitaras el apoyo de una tercera persona con el conocimiento necesario en testeos.
Ahora di; “Me amo a mi mismo(a)” y observa. Luego “Mi familia me ama” y observa. Finalmente “El creador me ama” y observa. Todas aquellas en las que la respuesta muscular sea “NO” son las que necesitas trabajar.
Existen muchos métodos para trabajar estas creencias. Algunos trabajarán con decretos positivos, que es la verbalización en positivo de aquellas acciones que siento necesarias modificar. También puedes trabajar con meditación, enfocándote en aquello que quieres cambiar y pide que te muestren en dicha meditación la forma más adecuada para ti. Puedes también hacer una lista con todas aquellas situaciones que aceptas en la vida, que sienten que tienen relación con las creencias mencionadas, buscando en cada una de ellas acciones que contrarresten su efecto, por ejemplo; si permito que la gente se aproveche de mi buena voluntad al decir a todo que sí, sin medir si esto me perjudica o no, entonces toma una actitud contraria, quizás no extrema, pero tomando más consciencia de cuando decir que si y cuando decir que no. Si eres de aquellos impacientes que quieren todo ahora, entonces te sugiero trabajar con la técnica Thetahealing® que a través de oración enfocada en estado Theta, logra cambiar rápidamente programaciones y emociones en ti. Tú tienes que buscar lo que más resuene contigo.
Si tu inclinación es a través de Thetahealing®, me puedes contactar para agendar una sesión y trabajar estas y otras creencias y programaciones que limitan tu existencia.
Un abrazo de luz!!.
Contacto con Personas Fallecidas

Hablar de la muerte siempre generará emociones encontradas, ya sea por eventos vividos en primera persona o por el relato de algún amigo o familiar que ha vivido la experiencia con algún cercano.
Cada persona que pasa por nuestra vida, deja una marca única en esta existencia, ya sea familiares, amigos u otros, todos nos dejan una enseñanza.
Muchas veces la partida es tan inesperada o las circunstancias no son las más apropiadas, que nos quedan preguntas sin respuesta, no permitiendo cerrar este ciclo y continuar nuestra vida.
Desde niño mi visión de la muerte fue un poco extraña, creo que puede ser porque siempre pude hablar con personas fallecidas. Muchas veces me costaba diferenciar entre vivos y muertos, ya que algunos se materializan tanto, que cuesta creer que realmente están muertos. Hasta casi los 25 años me generaba duda cuando veía a alguien. Solo cuando sabía que realmente estaba muerto, por haber asistido al funeral o cuando alguien me comentaba que ya no estaba en este plano, era más sencillo poder decir; “si, este está muerto”. Recuerdo cuando niño, ver a personas transitar por la casa o por lugares que visitaba. En un almuerzo familiar vi a mi abuelo materno cruzar por el pasillo de la casa y acercarse a la cocina, mirarme fijamente y luego retirarse con una paz inmensa, como si nada. O cuando más adolecente recibí la visita de mi abuela materna, que en la noche se sentó en mi cama y acariciaba mis piernas. Yo sin entender nada me tapaba con las frazadas, pensando ilógicamente que se iría. Y así un sinfín de eventos que eran bastante extraños y que me causaban un terror horrible, hasta el punto de paralizarme en varias ocasiones. Fue casi a los 19, que tuve un sueño donde vi a varios familiares fallecidos que me hablaban, los acompañé hasta una gran puerta, la abrí, veía mucha luz, les pedí que se fueran porque su trabajo aquí ya estaba finalizado. Desde ese momento no volví a ver a nadie. Es como que mi consciencia se bloqueó por terror a ver seres fallecidos.
Al tiempo después, solo sentía presencias y al cerrar mis ojos los lograba visualizar. Para mí, esta era una situación menos invasiva y que me generaba menos temor. Viví en ese paradigma hasta que conocí a mi esposa, en ese tiempo mi polola.
Un día iba en el metro de Santiago y vi a un hombre joven frente a mí, en el mismo vagón. Me miraba insistentemente, vestido él de traje y con el bolso de una empresa auditora. Yo, siendo estudiante de auditoria pensé; “quizás me conoce de algún lugar”. Luego de un tiempo la situación continuaba y me generaba algo de persecución, ya que, ¿cómo era posible que me encontrara siempre con la misma persona?, y que siempre se quedara fijamente mirándome. Le comento a mi polola esta situación que me tenía intranquilo, ya que llegue a pensar que incluso tenía alguna mala intensión en contra de mí. Le describí a dicho hombre. Ella me queda mirando paralizada y me muestra una foto de un amigo. Yo la veo y le digo; “si, él es”. En ese momento pensé; “quizás me vio en alguna foto con ella y quizás, como es su amigo, le quiere enviar saludos y no se atreve a hablarme”. Al terminar de pensar eso, ella me dice que el falleció en un accidente hace años atrás. Quede congelado de solo escucharla. Entonces comprendí que podía ver a aquellas personas fallecidas nuevamente.
Comencé a buscar ayuda en aquellos lugares donde pensé me podrían explicar lo que me pasaba y como dejar de ver eso. Estudie varias terapias que pensé me ayudarían a dejar de ver, a dejar de sentir y escuchar.
Fue a mis casi 33 años que encontré la respuesta a mis preguntas. Conocí la terapia Thetahealing®, que me sirvió para reprogramar algunas creencias que me generaban tal pavor a lo desconocido. Desde ese día mi relación con la muerte cambio, los miedos se fueron y comencé a ver este tipo de contactos como algo natural, como una muestra de amor de aquellas personas desencarnadas hacia sus familiares y amigos cercanos.
Comprendí que la muerte es solo un velo que separa nuestro plano físico del plano más sutil y etérico. También entendí que si ellos se acercaban a mí, no era con la intensión de hacerme algún daño o causarme temor, sino que simplemente sabían que los podía ayudar a entregar algún mensaje importante para sus cercanos. Así fue, como desde ese día las canalizaciones fueron tan naturales como conversar con algún amigo que uno se encuentra en la calle. Recuerdo en un viaje de trabajo que hice a La Serena, llegar a un centro de internet, donde un hombre se me acerca y pide entregar un mensaje a su hijo que estaba frente a mí. Luego de decir todo lo que él me comentaba y aclarando a su hijo que podía creer o no, me quede con una sensación de relajo y felicidad indescriptible.
En otra oportunidad fui a buscar a mi madre a la clínica. Al llegar se me acerca una señora mayor, de pelo blanco, con un chal sobre su espalda y me pide hablar con su nieta (paciente que estaba en la cama al lado de mi madre). Con algo de duda de si hablar o no, me acerque a ella y le comente lo que estaba pasando. Le entregue el mensaje que su abuela me decía. Ella se alegró y agradeció el contacto. Fue en ese momento que tome la confianza de que había desarrollado una habilidad que acercaba el plano de los vivos y el plano de los muertos.
A lo largo del tiempo, y luego de haber canalizado varias personas fallecidas, me he dado cuenta que siempre están bien. Muchos familiares llegan a la consulta, preocupados porque algún familiar o amigo tuvo una muerte repentina, buscando explicaciones. Ellos siempre me dicen que se encuentran bien, dan algunos relatos de lo que piensan luego de morir e incluso hay aquellos que hacen bromas respecto a su familiar que pidió canalizarlos, generando un dialogo distendido y mostrando que la muerte es solo un cambio de estado, haciendo sentir que su alma transciende y que siempre están presentes cuando sus cercanos los necesitan.
También me he encontrado con personas a punto de fallecer, que detienen su proceso de ascensión por miedo al “infierno” o al “castigo divino”. En esos casos, les hago terapia para quitar esos temores y que sientan el amor incondicional del creador, y la confianza que todo está bien, sabiendo que seres de luz guiaran su camino de regreso al corazón de dios. Es así, como luego de unos días, desencarnan llenos de paz, logrando salir de su cuerpo con facilidad y sin dolor, según lo que los mismos familiares me han manifestado.
Con todo esto quiero decir que, nuestros seres fallecidos siempre están con nosotros, en aquellos momentos en que los llamamos o necesitamos de una u otra forma, y son ellos mismos quienes buscan el canal de comunicación, ya sea a través de sueños, imágenes, películas o terceras personas que hacemos de canalizador para entregar esos mensajes tan pacificadores.
Si eres de aquellos que los ve, los siente o puede hablar con ellos, no sientas temor. Si te comunicas desde el amor incondicional, el creador/Dios siempre estará contigo y te protegerá de todo.
Con la canalización de seres fallecidos, conectados a través del amor incondicional, podemos resolver temas pendientes y liberar aprendizajes, cerrando este ciclo con armonía.
Si sientes la necesidad de tener una canalización o trabajar tus miedos como canalizador(a), puedes contactarme para agendar una sesión.
Un abrazo de luz!!.
Luis Luengo F.
Enfermedades Respiratorias y COVID-19

La respiración es la capacidad de inspirar la vida, cuando experimentas miedo o resistencia a vivir una vida plenamente, comienza el conflicto. Mediante la respiración todos estamos en contacto, respirando el mismo aire. Por muchas ganas que tengamos de vivir solo con nosotros mismos, la respiración nos obliga a permanecer en constante interacción con los demás. Los pulmones representan la capacidad de comprender e inspirar la vida. Son el contacto, la relación y la comunicación con el entorno.
Los bronquios entran en conflicto cuando la persona se siente amenazada en su territorio, por disputas, peleas, discusiones en el ambiente familiar o el espacio donde interactúa. Cuanto se intenta defender su espacio de libertad frente a la sociedad, cuando siente que le falta espacio o no logra tener el espacio que anhela, cuando no le gusta el espacio que tiene y espera tener otro, pero no lo dice o siente mucha ira y amenaza en su territorio y en sus límites. Incluso puede desear romper vínculos familiares, pero no se atreve por culpa. Probablemente no se siente aceptado en su núcleo familiar o en sociedad.
Cuando sentimos un ambiente familiar conflictivo, con peleas, gritos, falta de comunicación, ente otros, podemos somatizar en una bronquitis. Recuerda que el nivel de percepción de cada conflicto es diferente en cada persona, basado en sus creencias y experiencias vividas.
Al llegar a la fase de curación del conflicto de territorio se manifiesta una neumonía. Al llegar a esta etapa estás en desesperación, cansancio de vivir, emociones atrapadas que no te das permiso de liberar y sanar.
Frecuentemente las enfermedades vinculadas a los pulmones se relacionan con el hecho de no poder tomar el espacio vital, “el aire” que necesito para sentirme libre y para poder vivir. Mi necesidad de espacio y autonomía.
Todo se basa en el miedo, muchos de los conflictos no existen en la realidad, sino que son creados por nuestro plano mental y emocional. Lo que vemos o escuchamos influye directamente en nuestros pensamientos, creando realidades a partir de ese punto.
Ahora, cuando estamos resonando con las cosas que acabo de mencionar, entonces somos sujeto de enfermedades respiratorias.
Estos conflictos te resuenan que han estado pasando a nivel familiar, social, país o mundial?, pues sí. Desde hace un tiempo se ha provocado el llamado “despertar” en cada país, donde la sensación de falta de equidad, abuso y vulneración ha explotado en movilizaciones sociales. Este “despertar” ha creado una consciencia colectiva, donde se almacena la rabia, ira, rencor, resentimiento y otras emociones de baja vibración, propiciando una manifestación colectiva que identificara esta situación. Si a esto le sumas el despertar de tus memorias ancestrales, de temas sin resolver de infancia, conflictos de vidas pasadas que se están visibilizando para ser sanados, entonces entramos en una torbellino de conflicto mayor colectivo.
Ahí entra en juego el COVID-19, que toma todos esos conflictos emocionales y los amplifica, creado colectivamente en un plano mental y traído por nosotros a este plano físico, visibilizando lo que ocurre en nuestro interior. Este virus se alimenta del miedo, propagándose rápidamente a nivel mundial.
Ahora, como evito el contagio?, y si tengo el contagio, como suelto este conflicto para que mi cuerpo físico sane?
A nivel mental, es tiempo de tomar la vida con más alegría y sencillez en lugar de tomar demasiado en serio lo que sucede en tu entorno cercano. Tienes que comprender que no existen familias en las que todos estén de acuerdo todo el tiempo, más bien, esas diferencias son las que nos hacen reaccionar e identificar parte de nuestra cultura. Los demás miembros no siempre pensaran igual que tú. Es importante que vivas tu vida en tiempo presente, sin dejarte influenciar por los deseos y las creencias de los demás. En vez de quedarte inerte esperando que las cosas pasen, date el permiso para actuar, para hacer cosas sin miedo, sin remordimientos, sin culpa, reafirmando que eres parte del territorio.
Ahora, si puedes complementar este nuevo paradigma con apoyo de terapias holísticas, sería fantástico. Aquí algunos consejos.
- No tomes esta pandemia como algo negativo en tu vida, sino como la oportunidad de ponerte en acción y sanar los temas que traes pendientes.
- Si trabajas con terapias de sanación energética, cromoterapia o similar, puedes enfocar las área de los bronquios, el tórax y la garganta, con energía Azul añil.
- Si trabajas con sonido, sintoniza la frecuencia 741 Hz, si no la tienes, pincha aquí.
- Conecta con el amor incondicional, con la emoción que te genera amor incondicional, como por ejemplo, el nacimiento un hijo(a), mascota, recuerdo de situaciones que te generan felicidad
- Trabaja con decretos:
- Libremente absorbo las ideas Divinas llenas del aliento y la inteligencia de la vida. Este momento es nuevo.
- Inspiro la vida en perfecto equilibrio. Tengo la capacidad de inspirar la plenitud de la vida. Con amor la vivo en toda su plenitud.
- Amo la vida. Vivo confiada. Tengo derecho a vivir libre y plenamente.
- Soy digno de amor. Elijo vivir la vida en toda su plenitud. Estoy a salvo. Amo mi vida.
- Realiza ejercicio de meditación para conectar con amor incondicional y descolgar de consciencia colectiva de miedo, ira, culpa, castigo, rabia, rencor, resentimiento y COVID19.
- Evita la prensa, películas, libros que te sumerjan en el miedo, es tiempo de despertar la luz que traes dentro, para que tu frecuencia vibratoria se eleve y no sintonice con enfermedades que habitan en bajas vibraciones. Recuerda que todo lo que entra en tu plano mental, te afecta también a nivel emocional y físico.
- Procura que tu alimentación sea alcalina y no ácida. Evita comida chatarra.
Ahora que esta información llego a tu vida, estar sano solo depende de ti!!
Un abrazo de luz,
Luis Luengo F.